Friday, December 26, 2014

Pa'Lante


La vida ha sido un poco extraña, bastante ilógica, llena de adversidades, de altos y bajos, una montaña rusa de grandes dimensiones, que no siempre se disfruta.

De las cosas que he vivido en mis tantos pocos años, no se si hay cosas que me han tocado vivirlas (por asi decirlo), o será que yo me las busqué y/o quien designó tales o cuales vivencias correspondían al ser que soy. 

Si bien es cierto, no tengo control sobre cada cosa que pasa en mi vida, (desearía tenerlo) y se necesita mucha paz, amor, confianza, actitud, paciencia y sobre todo sabiduría para pasar por cada momento. Muchas veces pasa que deseamos volver en el tiempo y cambiar una o dos acontecimientos, y confiamos que la suerte sería distinta si no dejamos que ocurra tal o cual, pero pienso entonces, y si pasa diferente y es peor? esta vez si que me lo busqué yo, porque fui al pasado y cambié la versión de los hechos que provocaron este presente que estoy viviendo. Entonces como la Rana René dice: "a veces quisiera volver en el tiempo y cambiar algunas acciones, luego me doy cuenta que eso podría cambiar el presente a uno que me gustaría tal vez menos, y se me pasa."

De veras que hay que luchar por ser feliz en esta vida, de veras que a veces las fuerzas sentimos que nos abandona, se va... y no la encontramos de vuelta pronto; pero hay que aferrarse a ese amor, esa paz que das cuando estamos en ese momento que nos sentimos plenos, que si con paciencia, confianza y un poquito de actitud, vamos a poder vivirlo una vez mas. La sabiduría la necesito para saber que estos momentos de dolor, no son solo eso, momentos y llegarán a acabar.  No es una Navidad sin tí, es solamente un pequeño rato que estamos separados, y nos comeremos a besos nuevamente. Un rato que no podemos ser el centro de nuestro universo, y ya volvemos a brillar cual Centro del Sistema Solar.

Aprendí que no es por ser una fecha especial, cumpleaños, aniversario, navidad, año nuevo, etc la razón por la cual debes estar con tus seres queridos, sino porque tienes con quien estar es que celebras esas fechas especiales todos los días del año. Cada día es un aniversario más, cada día es un cumpleaños, una navidad, un año nuevo, una fecha especial, porque ese día va a ser historia mañana, va a ser un recuerdo, y que bonito es, tener bonitos recuerdos. 

Está aquello que nos parece grande y que creemos es el fin del mundo o el inicio de otro, y le damos mas importancia de la que realmente se merece. Luego vienen aquellos pequeños detalles, que dejamos pasar por alto por pequeños que son, sin embargo, empoderan una importancia mayor a aquello otro. Somos humanos, personas emocionales, sentimentales, vicerales y por eso es, que no siempre podemos ver las situaciones de la misma manera, cuando estamos felices todo es color de rosa, cuando estamos tristes todo es color de hormiga. La prepotencia, el orgullo, la majadería, la ignorancia, el eogísmo, la suposición, entre otros son increibles y poderosos enemigos de la paz y felicidad personal; y debemos entonces encontrar aquellos instrumentos que van a ser nuestras armas para combatir esos enemigos, luchar por estar bien, y vivir este ratico de vida que nos presta vivir. 

Cuando no sabemos los riesgos que se toman, el sacrificio, esperanzas y anhelos, deseos y suspiros, la valentía y el amor de quienes nos rodea, no podemos entender todo aquello que hacen por nosotros. No podemos juzgar a alguien por su traje, por su apariencia o semblante; nunca llegaremos a conocer el interior de una persona en su totalidad y por eso no podemos a veces explicarnos actuaciones y pensamientos ajenos.

Amor... llevanos adelante con mucha sabiduría y comprensión, para que seamos felices por toda la vida.

Saturday, April 26, 2014

El príncipe que se creía Sapo….







Había una vez un príncipe precioso, lleno de virtudes y buenas costumbres. Un ángel que llenaba de luz donde estuviera, una sonrisa que alegraba a cualquiera que alcanzara su belleza, un corazón tan noble que enamoraba a todas las doncellas del reinado y además bien parecido que robaba los suspiros de doncellas y plebeyos de la comarca. Todo aquel que le conocía, se daba cuenta que no sólo era hermoso en su exterior, pero también en su interior, su bondad, humildad y carisma, y un poco modesto; eran notorios al primer encuentro. Pero este príncipe no quería reconocer ninguna de aquellas virtudes suyas con las que había sido bendecido. Una vez había perdido su corazón en una batalla, y el amor de su vida ya había partido, pensando jamás algún día poder conocer el amor otra vez. Un buen día, pasaba por la comarca la visita de otro príncipe, un príncipe esbelto, de cabeza brillante, no sólo por su falta de cabello, pero también su reconocida inteligencia, montado en un bello corcel blanco y su flamante armadura; también estaba de buen ver, y poseía muchos talentos. Se rumoraba por el reinado, que venía de familia burgués reconocida, poseía títulos de nobleza, y había ganado varias batallas; las doncellas suspiraban por el príncipe Harry cuando pasaba por las calles principales hacia el castillo principal, nunca había sido invitado y fue de casualidad que él, junto con su escolta buscaban donde pasar la noche, ya que se avecinaba una tormenta, y tendrían que buscar refugio.

Durante la visita, tanto el príncipe Harry como Andrew, disfrutaron de un festín y compartieron con sus familias la celebración de aquella nueva amistad. Si bien, no fue amor a primera vista, sus corazones sabían y reconocían el valor que tenía cada uno. Tenían mucho en común, y disfrutaban conversando de aquellos temas que no compartían, aprendiendo uno del otro. Tal fue la alegría y el buen compartir de los príncipes, que la estadía que era temporal, se fue extendiendo hasta por dos o tres meses; sin embargo, Andrew sabía que Harry debía volver a su propio reino, y seguir su vida normal, lo que hizo incrementar lo que sentía en su corazón, su miedo a perder de nuevo y seguidamente anunció la necesidad de un viaje importante para beneficio de su propio reino. Tristemente Harry no pudo despedirse, ya que Andrew había decido partir sin siquiera despedirse, ya que partía su corazón tener que decir adiós. Harry resignado, tomó su escolta, y regresó a sus tierras, con la esperanza y emoción de volver a saber de Andrew tan pronto volviera de su viaje.

Andrew no quiso hablarle a Harry, sabía en sus entrañas que le lastimaría, que no era suficiente para él, y claro estaba, los reinos de ellos no estaban destinados a estar nunca unidos, aun cuando sabían que uniendo sus fuerzas, guerreros y arcas, serían un Principado muy fuerte y no sería fácil de vencer por los enemigos. Harry buscaba la forma de enviarle mensajes a Andrew, regalos, y cuanto tuviera a su alcance para llamar su atención como una vez lo hiciera en su primera visita al Castillo Gris. La respuesta de Andrew, llegaba de vuelta al Castillo Azul, diciendo que no era digno de tales regalos y agasajos, que faltaban riquezas, y edad, que sus terrenos no eran lo suficientemente fértiles y que, Harry, merecía lo mejor. Algo más que un Sapo, a quien faltaba más que un beso para ser ese príncipe.

El Bello Durmiente
Harry tampoco sabía de verdad si era el momento indicado, pero es que no se había sentido así antes. A pesar de estos pequeños inconvenientes, Harry se sentía lleno, seguro de sí mismo, protegido, emocionado, y andaba desde aquel entonces, con una sonrisa en los labios y un brillo especial en su cara, el cual se reflejaba en el espejo, y era feliz. Harry, quería darse la oportunidad con Andrew, no le importaba si aquel reino era lo suficientemente fértil, él tenía el suyo y sabía que iba a ser suficiente para los dos, y sabía en su corazón, que Andrew no era un Sapo, que ya era Príncipe, y de quererse los dos, serían Reyes. 
 
Dani Martin - Emocional
Todavía esperamos escribir el final de la historia... recibir la inspiración para su desenlace.

Tuesday, March 4, 2014

Sentimiento o que es?







Cuando pienso en amor, pienso en aquella canción llena de puro sentimiento, pienso en la primera persona que amé y que probablemente ni sabía que existía, huelo aquella colonia/perfume de aquella persona, siento el abrazo de mi mamá, escucho el maullar de mi pequeñita,  veo los ojos vidriosos de mi grandota, imagino el rabito del pequeñote, la sonrisa de mi princesa, los dientillos del enano. Se que parece un hechizo de las brujas del Chavo del 8, pero eso también me hace pensar en amor, los tiempos que pasaba en mi niñez, y que solamente yo me entendía, solamente yo sabía que aquello que me hacía sentir feliz, realizado y en paz, y entonces amo a ese niño, amo a ese adulto que hoy soy, gracias a las vivencias y los bellos recuerdos que escogí mantener presentes para mi existencia.


En la vida tengo espacio para todos los otros sentimientos, la soledad que me acompaña de cuando en cuando, no como un momento triste, sino, un momento para disfrutar conmigo mismo, retomar algunos aprendizajes e inclusive pensar en plan de mejora para algunos de mis actos. Entendimiento para soportar las cosas que pasan y no tengo una explicación o a veces no quiero verla, tal vez pasen ajenas a mi control, o bien por no querer controlar una situación le doy espacio a que sucedan otras. Esas pueden ser convertidas igualmente en experiencias, las cuales me hacen crecer inclusive más y creo que también logran crear una coraza o protección que me mantiene al margen de otras.


Entonces lo más importante es vivir, y dejar vivir. Ser Feliz y no darle espacio a la tristeza improductiva. Hacer el bien de corazón, sino, mejor no hacer nada; tampoco es que vamos a arreglar el mundo en un día, pero sé que a veces aunque sea por un momento, haces un día el mejor del mundo para mí.